Exposición Virtual Entre Bares Y Bohemia

Con Motivo de la Pandemia y del confinamiento al que debemos someternos, he decidido llevar mi arte a todo el mundo, con mi exposición "Entre Bares y Bohemia" (pueden verla AQUÍ o haciendo clic sobre la foto)

Es esta tierra perdida entre montaña y mar, entre las imponentes cumbres de la Cordillera de los Andes y las inmensas aguas del Pacífico, conocida por todos lados por su fertilidad. Una especie de jardín del Edén, donde las parras se levantan robustas, los granos turgentes, el vino, excelente. Los artistas, imparables.

En "Bares y bohemia", el destacado pintor maulino Daniel García-Trampe responde a un llamado primario y sumerge el pincel en la copa, nutriéndolo de los aromas, pigmentos y memorias que después usará, para plasmar en el lienzo, aquellos seductores rumores escondidos en una botella de vino. Expandiendo los límites del material rompe su propia convencionalidad, cuando las diversas cepas pasan a ser la paleta con la que configurará las distintas realidades impregnadas en sus pinturas.

Es que las veladas acompañadas por una copa diligente trascienden el alma, y desde esas noches perdidas, García-Trampe extrae los aires de bohemia, el humo de cigarrillo y la tempestuosa complicidad que se manifiesta a lo largo de las piezas que componen Bares y Bohemia. Como en los misteriosos planes de "Cómplices", una de las pinturas incluidas en la exposición, conocidos tan solo por las copas y las estrellas.

El vino enciende los espíritus y te llama a los bares, oscuros refugios para aquellas almas solitarias en busca de, quizás, aquél escurridizo par, o tan solo un amor de cantina. Los cuerpos dispuestos y entregados, embriagados por tan poderoso brebaje, se entrelazan tejidos en líneas difusas entre sus tonos violetas, cristal sostenido vagamente por un ente hipnotizado por el erotismo. Una botella compartida invita a la pasión.

Sin embargo, hay otras veladas donde el viento no es favorable, o esas solitarias almas no conectan extraviadas por los enrevesados pasos de tango. De eso habla Daniel en "Y la vida siguió...", una pieza en cuyo protagonista central va en retirada, sin abandonar su mano el combustible que alimenta el motor de su pecho. Las almas perdidas resuenan en el lienzo, buscando consuelo en la copa como "Barbie de Bar", cuya mirada está perdida atrás de sus gafas, o en la música, como la melancólica figura del"El hombre del Piano".

Personajes alimentados y construidos por el vino, son los elementos que usa Daniel García-Trampe para relatarBares y Bohemia, la llamativa  exposición que el renombrado artista del Maule brindará ahora de forma virtual. Mediante tan noble producto este pintor, cuya innovadora técnica artística ha alcanzado renombre en Latinoamérica y Europa, nos invita nuevamente a perdernos por las oscuras mesas de un bar, a mirar el fondo de la copa y escuchar a las sirenas, a caer otra vez en la tentación de morder la manzana.